¡La primera salida del año!
Por fin el tiempo nos dió un respiro y pudimos desempolvar los aparatos que llevaban guardados más de tres meses. Ni la fase de la luna, menguante pero todavía muy luminosa, que haría su aparición hacia las once y media de la noche nos impidió lanzarnos a observar.
El lugar, nuestro sitio habitual para salidas cercanas: el Área 50. No sabíamos en qué estado se encontraría la entrada del camino (ver salida anterior) pero el primer explorador nos avisó de que estaba en perfectas condiciones. El suelo, muy arcilloso y blando por las lluvias pasadas, hacía que las patas de los trípodes se hundieran más de lo aconsejable y provocaba algunos movimientos que afortunadamente no llegaron a fastidiar el trabajo de nuestro compañero Jacinto, que estrenaba su nueva cámara.
La observación se movió entre los objetos más habituales del cielo de invierno(Orión) y los que van a predominar la próxima primavera (galaxias de Leo y Virgo). Salpimentados por algo de planetaria: Venus y la Luna, nuestro último objeto de la noche.
La próxima...¿Ciruelos?
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