En el nuevo Salón de Actos de la Casa de las Asociaciones de Alcobendas, Wes nos contó entre otras muchas cosas, los avatares de la reparación de la capa aislante y protectora del HST, de la que el formó parte de forma activa. Se trató de la Segunda Misión de Servicio en 1997.
Como anécdota, nos contó que en el equipo que disponían los astronautas mecánicos para la reparación, no se había tenido en cuenta el material suficiente para hacer frente a los nuevos desperfectos que se detectaron cuando el equipo de reparación ya estaba en órbita. Había que improvisar. A nuestro amigo Wes se le ocurrió que debían hacer como en la película Apolo XIII:
Así que los astronautas pusieron encima de la mesa todo el material del que disponían en la nave para que los ingenieros desde Tierra pudieran idear una solución. Al final idearon un "parche" con materiales como cuerda de paracaídas, velcro... que los astronautas montaron en el HST y que sobrevivió hasta la siguiente misión de servicio.
El esquema del parche que enviaron los ingenieros
El astronauta Scott J. Horowitz fabricando el parche
Crédito de la foto: NASA
Fuente:http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-82/html/82350021.html
El parche terminado
Crédito de la foto: NASA
Fuente:http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-82/html/s82e5686.html
El parche colocado
Crédito de la foto: NASA
http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-82/html/s82e5667.html
Tras hablar del Hubble, le tocó el turno al Telescopio Espacial James Webb (JWST), el nuevo telescopio que está construyendo la NASA en colaboración con la ESA y CSA. El JWST es un telescopio dedicado a la observación del infrarrojo, por lo que complementa y extiende las funciones del HST. Observando el infrarrojo, el telescopio podrá observar el universo primigenio y estudiar la formación de las primeras galaxias. El infrarrojo también le permitirá atravesar las nubes de polvo en las regiones de formación de estrellas de nuestra galaxia.
Como ingeniero térmico de la NASA, el JWST le ofrece a Wes enormes desafíos. Al observar el infrarrojo, el telescopio tiene que trabajar a temperaturas cercanas al cero absoluto (7K/-266ºC) para evitar cualquier interferencia. Por eso se ha diseñado con ese enorme escudo aislante de radiación y se pondrá en órbita en el punto de Lagrange L2 del Sistema Sol-Tierra . En ese punto, tanto la Tierra como el Sol y la Luna estarán en la misma línea de visión y permitirán que el escudo cumpla su función.
Como será imposible reparar el telescopio una vez esté en órbita (a unos 1.500.000 km de la Tierra), se ha diseñado una enorme sala que se refrigerará a la temperatura de trabajo (por debajo de los 275ºC) y que albergará el telescopio durante las pruebas previas al lanzamiento.
Hay que destacar la responsabilidad de la ESA en la vida útil del telescopio. LA ESA se va a encargar del vehículo de lanzamiento, y de lo cerca que deje al telescopio del punto L2, dependerá que pueda llegar a superar ampliamente los 10 años de vida útil. Si el cohete se queda corto, será el propio JWST el que con su combustible se acerque, consumiendo valiosos recursos para contrarrestar el viento solar y, por tanto, disminuyendo el tiempo de trabajo científico.
Tras la presentación propiamente dicha, se estableció un turno de preguntas que intentaremos recopilar.
Gracias Isaac por la fotos.
1 comentario:
Muy buena e interesante charla. Muy buen trabajo a los organizadores. Quedaron muchas cuestiones en el tintero que seguro darán pie a nuevas charlas.
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